El impulso inicial (Edgardo Holzman Bahia Blanca)

Todos huían de la feroz tormenta, esquivando como podían inmensos arboles que se desmoronaban desde la raíz y la mirada angustiada hacia el cielo, desde donde temerosos rayos precipitaban a tierra destruyendo todo alrededor, al tiempo que la copiosa lluvia de varios días abnegaba los pastizales hasta hacerlos intransitables.
Se sintió solo y asustado, tuvo por primera vez la intensa necesidad de encontrarse con los suyos, pero el viento y la lluvia le impedían seguir avanzando; al llegar a la cueva donde había estado los últimos tiempos se refugio del vendaval, mientras observo a las otras criaturas huir en manadas sin dirección alguna, tal vez hacia una muerte segura, pero el pudo detenerse a tiempo, y mientras sacudía el agua de su piel cubierta de pelos en silencio quedo mirando lo caótico del paisaje.
Despertó sobresaltado en la calma de una incipiente madrugada, cuando salió de la cueva todo había retornado a la habitual tranquilidad, a la distancia diviso un fuego enorme que había subsistido a la tormenta y a pesar del temor que le generaba cada vez, tuvo un impulso, una profunda atracción por acercarse a las llamas de las que todos huían, cuando llego al lugar se resistió hasta el ultimo momento, pero obedeciendo a ese llamado interior lo tomo entre sus manos por lado que menos quemaba, y con el fuego a cuestas camino incansablemente, protegiéndolo, dándole aliento cuando parecía esfumarse, cuidándolo como haría con alguno de su propia especie, así lo llevo hasta un lugar seguro, donde podría alimentarlo y adorarlo, y allí, una vez reunidos con los suyos todos juntos en circulo alrededor de las humeantes cenizas y las tenues llamas, sin pensarlo, decidieron su futuro.

- Esta es la única intervención por especie que se nos ha permitido hacer- dijo Thoor, responsable del proyecto ProtoHumano, mientras observaba con compasión la reunión de los antecesores alrededor del fuego, en una enorme pantalla multidimensional del espacio puro, - espero que con el tiempo puedan crearlo, dominarlo, y a partir de allí transformar al mundo de lo natural y mecánico, pero eso ya será producto de su intención, por lo tanto su propia historia.
El resto de la asamblea de los Semi-Dioses Creadores lo miraba entre el asombro y la incredulidad, semejante audacia, dotar a una de las especies a través de un impulso inicial dirigido de una cierta capacidad de posible intencionalidad era sin lugar a dudas el mas peligroso, pero también el mas audaz y creativo de todos los proyectos interestelares, - con el tiempo, algunos de ellos estarán sentados en esta mesa, estoy seguro - , repetía ante la cada vez mas atónita mirada de sus pares, mientras sus ojos creaban haces luminosos y pequeñas partículas lagrimosas, al tiempo que su corazón explotaba de alegría pura.

Todo esto no era comprendido por el pequeño Thoor II, un iniciado distraído que miraba con inquietud en su propia pantalla mas pequeña su primer ensayo creativo, alguna especie menor que tenga menos de una neurona podría igualmente alcanzar a formar una sociedad mínimamente organizada, mientras en el monitor el transito de diminutas hormigas a su hogar con su carga a cuestas, ya había comenzado.